Debido a la interacción dentro de la sociedad, el hombre ha tenido la tarea de crear a partir de su propia experiencia diversas maneras de emitir e interpretar diferentes signos, los cuales han sido resultado del intercambio de gestos, ideas, símbolos, indicios, significados,entre otros; ésto se conoce como sistema de comunicación.
Es por ello que el signo podría ser definido como una unidad capaz de representar algo que ya está designado a partir de la codificación de reglas, es decir desde de un contrato social el ser humano ha tenido la habilidad de denotar ciertos gestos, objetos físicos y abstractos desde su nombramiento y representación.
Es evidente entonces que dicho proceso se restablece basándose en las reglas que hacen parte de cierta forma y cumplen con una determinada función dentro de un esquema de manifestación de ideas citados a partir de los valores y contenidos dentro de la vivencia humana, los cuales dentro de dicho sistema surgen de una conclusión colectiva, con una característica importante que indica que los signos hablan por si mismos.
Después de las consideraciones anteriores, se resalta la importancia del signo como unión del significante, imagen acústica que le da forma al significado, y significado, conclusión final de significante, es así como se refleja entonces las principales funciones del signo: la expresión y el contenido, convirtiéndose éste en un fundamento para la interacción social.
En conclusión los signos son síntomas, indicios, indicaciones que fueron elaboradas por la sociedad a partir de códigos propios generados intrínsecamente desde la cultura, que permiten la interpretación y representación de lo abstracto.
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